donde continuamente tan musical irradia
la voz de mi siringa sobre la voz del viento,
se oirá como un suspiro que acabará en lamento"
("Voz de Siringa" de Poemas Sueltos I, Miguel Hernández)
Es para muchos adolescentes la huida una necesidad. Escaparse de casa y del yugo familiar una experiencia ora valiente, ora inmadura. Más allá de juzgar no podemos negar la autenticidad del sentimiento que empuja al joven adolescente a huir. Quizá los motivos sean maduros o inmaduros pero no estoy dispuesto a que esta diferencia le reste fuerza y sinceridad al hecho.
La huida literaria es una huida que se hace solo o acompañado. La huida de los amantes, la huida de dos, es un tema recurrente en la literatura juvenil. Salvar al amor de los demás. Escaparnos de quienes nos prohíben estar juntos. Esta huida es producto de la locura y la pasión. En cambio es la huida individual un viaje distinto. Es en este viaje, la necesidad de liberar el yo oprimido del adolescente que persigue un sueño o le arrastra una voluntad fortísima. Por regla general la literatura, razones moralistas o no, ha maltratado a estos adolescentes. Un viaje calamitoso, la mayoría de las veces, pero necesario en literatura para poner a prueba al individuo. Este viaje suele ser punto y final de la adolescencia.
Aprovechando que este año se celebra el centenario del nacimiento de Miguel Hernández y que su pueblo, Orihuela, organiza una serie de actos en torno al poeta para recordarlo me he propuesto hablar de él y sumarme al homenaje hablando de su primer viaje a Madrid siendo todavía adolescente.
Recuerda el hermano del poeta, Vicente Hernández, que su padre recriminaba a Miguel severamente cuando descubría al poeta leyendo. Lo consideraba una pérdida de tiempo. Debía, entonces, leer a oscuras y a escondidas para que su padre, hombre severo y de campo, no le descubriese. Quizá fuera la negativa y represión del padre para que dejara de soñar con ser “hombre de letras” lo que pudo liberar la voluntad de ser un poeta. Fue entonces cuando preparó un cuaderno con algunos poemas y decide preparar la huida a Madrid.
Miguel pensaba, allá por 1930, aprovecharse del servicio militar para escaparse del yugo patriarcal. Sin embargo se libra por excedente de grupo. Esto le complica sus planes de huida ya que no tiene medios económicos para emprenderla por sí solo. Aunque gracias a sus amigos, entre ellos Ramón Sijé (famoso por la elegía), consigue reunir el dinero necesario y temprano en la mañana de l 30 de noviembre de 1930 sale nuestro poeta en solitario tras un sueño. Este viaje a Madrid será poco más que un calvario. Durará unos cinco meses hasta que vuelva a Orihuela. Aunque cuando vuelva ya no será el mismo adolescente que partió: el viaje lo ha hecho un hombre.
No se equivocaba Miguel. Esta huida del pueblo oriolano que este año lo homenajea fue necesaria para convertirse en el poeta universal que es. De haberse quedado en su Orihuela natal no hubiese pasado de poeta local.
Los actos conmemorativos del centenario previstos en Orihuela para este año los podemos seguir desde la página www.pasionporelpoeta.es
Para quien quiera saber un poco más sobre la vida de Miguel Hernández en Orihuela puede ver el siguiente documental:
La huida literaria es una huida que se hace solo o acompañado. La huida de los amantes, la huida de dos, es un tema recurrente en la literatura juvenil. Salvar al amor de los demás. Escaparnos de quienes nos prohíben estar juntos. Esta huida es producto de la locura y la pasión. En cambio es la huida individual un viaje distinto. Es en este viaje, la necesidad de liberar el yo oprimido del adolescente que persigue un sueño o le arrastra una voluntad fortísima. Por regla general la literatura, razones moralistas o no, ha maltratado a estos adolescentes. Un viaje calamitoso, la mayoría de las veces, pero necesario en literatura para poner a prueba al individuo. Este viaje suele ser punto y final de la adolescencia.
Aprovechando que este año se celebra el centenario del nacimiento de Miguel Hernández y que su pueblo, Orihuela, organiza una serie de actos en torno al poeta para recordarlo me he propuesto hablar de él y sumarme al homenaje hablando de su primer viaje a Madrid siendo todavía adolescente.
Recuerda el hermano del poeta, Vicente Hernández, que su padre recriminaba a Miguel severamente cuando descubría al poeta leyendo. Lo consideraba una pérdida de tiempo. Debía, entonces, leer a oscuras y a escondidas para que su padre, hombre severo y de campo, no le descubriese. Quizá fuera la negativa y represión del padre para que dejara de soñar con ser “hombre de letras” lo que pudo liberar la voluntad de ser un poeta. Fue entonces cuando preparó un cuaderno con algunos poemas y decide preparar la huida a Madrid.
Miguel pensaba, allá por 1930, aprovecharse del servicio militar para escaparse del yugo patriarcal. Sin embargo se libra por excedente de grupo. Esto le complica sus planes de huida ya que no tiene medios económicos para emprenderla por sí solo. Aunque gracias a sus amigos, entre ellos Ramón Sijé (famoso por la elegía), consigue reunir el dinero necesario y temprano en la mañana de l 30 de noviembre de 1930 sale nuestro poeta en solitario tras un sueño. Este viaje a Madrid será poco más que un calvario. Durará unos cinco meses hasta que vuelva a Orihuela. Aunque cuando vuelva ya no será el mismo adolescente que partió: el viaje lo ha hecho un hombre.
No se equivocaba Miguel. Esta huida del pueblo oriolano que este año lo homenajea fue necesaria para convertirse en el poeta universal que es. De haberse quedado en su Orihuela natal no hubiese pasado de poeta local.
Los actos conmemorativos del centenario previstos en Orihuela para este año los podemos seguir desde la página www.pasionporelpoeta.es
Para quien quiera saber un poco más sobre la vida de Miguel Hernández en Orihuela puede ver el siguiente documental:
2 comentarios:
Me parece interesante tu blog, te seguiré entre la muchedumbre...Una compi del curso de blogs XD
Muchas gracias. He seguido tu rastro y tu blog también me parece muy interesante ya que veo y comparto contigo en que no tratas a los chavales como si fueran incapaces. Un saludo.
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