Los adolescentes no son tontos aunque muchos lo discutan y otros tantos no sólo lo piensen sino que además se dirigen a ellos como si de inadaptados funcionales se tratara. Un adolescente puede soportar muchas cosas pero esto, rotundamente, no. No acepta que se le trate con una mirada de desdén. Si nos dirigimos así a ellos cometemos un grave error. De ahí en adelante ya no nos mirarán igual como tampoco mirarán con interés lo que queramos enseñarles. Porque habremos perdido su respeto. Los jóvenes son expertos en todo esto y huelen desde lejos nuestra actitud. Así que para tratarles, mejor hacerlo con respeto y si es desde el trabajo y la inteligencia mucho mejor. Será entonces cuando no pasaremos desapercibidos porque, muy lejos de ser incapaces, los adolescentes son permeables como nadie al aprendizaje. Hay que enseñarles la realidad tal cual es con, claro está, didáctica y creatividad. Darles libros realistas y serios que hablen de sexo, de drogas, sin miedo a que los lean. Recibir una buena educación es necesario hoy más que nunca. ¿Qué tememos cuando queremos ocultarles la realidad? De verdad ¿Qué ganamos y qué ganan ellos?
AL VIH SE LE PUEDE COMBATIR EN CLASE DE LENGUA Y LITERATURA
El VIH, las enfermedades de transmisión sexual junto a los embarazos no deseados están de nuevo experimentando un aumento considerable. Sobre todo ocurre entre las parejas jóvenes y heterosexuales. El VIH, por ejemplo, ya no es propiedad de homosexuales y drogodependientes como lo era, según el mito, en la década de los 90 sino propiedad casi en exclusiva de jóvenes heterosexuales. Lo más terrible es que ocurra por temor nuestro a no saber cómo enseñarles o simplemente no querer, razones miles. El problema, de seguir así nuestra actitud, es que seguirá aumentando. He leído en algún sitio algo patético y es que si esto ocurre es culpa de los jóvenes. Que son unos degenerados según unos; que hay que protegerlos ocultándoles la existencia del sexo y las drogas según otros. Como si no fueran a descubrirlo. Según Umbral lo que hacemos con ellos es querer que vean Mickey Mouse hasta que los enviamos a la guerra. Tiene algo de razón. Como no enseñamos no protegemos. ¿Acaso ocultar es educar? ¿Volver a la cultura del tabú, del garrote y la ignorancia?
AL VIH SE LE PUEDE COMBATIR EN CLASE DE LENGUA Y LITERATURA
El VIH, las enfermedades de transmisión sexual junto a los embarazos no deseados están de nuevo experimentando un aumento considerable. Sobre todo ocurre entre las parejas jóvenes y heterosexuales. El VIH, por ejemplo, ya no es propiedad de homosexuales y drogodependientes como lo era, según el mito, en la década de los 90 sino propiedad casi en exclusiva de jóvenes heterosexuales. Lo más terrible es que ocurra por temor nuestro a no saber cómo enseñarles o simplemente no querer, razones miles. El problema, de seguir así nuestra actitud, es que seguirá aumentando. He leído en algún sitio algo patético y es que si esto ocurre es culpa de los jóvenes. Que son unos degenerados según unos; que hay que protegerlos ocultándoles la existencia del sexo y las drogas según otros. Como si no fueran a descubrirlo. Según Umbral lo que hacemos con ellos es querer que vean Mickey Mouse hasta que los enviamos a la guerra. Tiene algo de razón. Como no enseñamos no protegemos. ¿Acaso ocultar es educar? ¿Volver a la cultura del tabú, del garrote y la ignorancia?
Para los jóvenes lo que no decimos no existe.
Aides Graffiti from sophie spreafico on Vimeo.
La culpa de que hable de todo esto la tiene este video. Podría ser interesante enseñárselo a nuestros jóvenes en clase de lengua y literatura y que después tratasen de relatarlo. Traducir el lenguaje del graffiti puede ser curioso y enriquecedor. El valor educativo que tiene mostrar inteligente y creativamente la realidad. Estoy seguro que tras el video habremos ganado su respeto e interés.
(El video lo encontré en http://www.fzayas.com/darlealalengua/)
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