"Sé joven y cállate"

lunes, 8 de febrero de 2010

El “outsider” de la literatura española


El niño más celebre de la literatura española es el pícaro Lazarillo y resulta de serlo por derecho propio. Un auténtico “outsider”, es decir, el que vive más allá de las normas sociales, joven marginal y niño de mundo; un muchacho al margen de la ley que correteó ficticiamente en la España del siglo XVI.

El Lazarillo de Tormes es una novela ficticia donde se recrea la vida autobiográfica del Lázaro de Tormes. Lázaro, nacido en un pequeño pueblo salmantino, cuenta él mismo la vida que lleva de vagabundo miserable al lado de varios amos junto a los que malvive. La narración se detiene en el punto en el que el niño ya convertido en un hombre se casa del mismo modo que vivió: deshonestamente.

Nuestro personaje es un auténtico antihéroe ya que pertenece a la clase baja y es una mezcla entre criado que tiene que robar para calmar su hambre y la de sus amos.
De la novela no conocemos el autor real ya que es una denuncia al sistema de la época e imaginamos que su publicación no sentara muy bien a los representantes de la sociedad. A pesar de estar contada la historia con gran sentido del humor, refleja el amargo estado social de la época, donde malviven a placer miserables en busca de algo que echarse a la boca.


A pesar de lo escrito arriba, el lector se compadece de este vulgar personaje, ladrón y embustero, desde el primer momento ya que el autor nos conmueve a ello con el uso de calificativos como el de “pobre” y “esclavo”. Al lector del siglo XVI le embarga un sentimiento de emoción con el lazarillo y por añadidura con los pobres que pululan las calles españolas del siglo XVI. El hambre justifica sus acciones. El autor del Lázaro persigue configurar a un lector irónico que conecte con la trastienda metalingüística de la que está siendo cómplice.

Todo gira en torno a la supervivencia. Todo lo demás es secundario. La trama se dispone adversamente para que nuestro personaje luche por sobrevivir. No hay disquisición moral porque el personaje no tiene referente moral de quien aprender. A él sólo le han enseñado el robo y la mentira. Éste es realmente un viaje a ninguna parte porque el personaje no aprende nada a pesar de la calamidad que sufre y padece.

Ni que decir tiene que fue la primera novela en su género, la picaresca.

Fragmento del Lazarillo:

En este tiempo vino a posar al mesón un ciego, el cual, pareciéndole que yo sería para adestralle, me pidió a mi madre, y ella me encomendó a él, diciéndole cómo era hijo de un buen hombre, el cual, por ensalzar la fe, había muerto en la de los Gelves, y que ella confiaba en Dios no saldría peor hombre que mi padre, y que le rogaba me tratase bien y mirase por mí, pues era huérfano. Él respondió que así lo haría y que me recibía, no por mozo, sino por hijo. Y así le comencé a servir y adestrar a mi nuevo y viejo amo.Como estuvimos en Salamanca algunos días, pareciéndole a mi amo que no era la ganancia a su contento, determinó irse de allí; y cuando nos hubimos de partir, yo fui a ver a mi madre, y, ambos llorando, me dio su bendición y dijo:-Hijo, ya sé que no te veré más. Procura de ser bueno, y Dios te guíe. Criado te he y con buen amo te he puesto; válete por ti.Y así me fui para mi amo, que esperándome estaba.Salimos de Salamanca, y, llegando a la puente, está a la entrada de ella un animal de piedra, que casi tiene forma de toro, y el ciego mandóme que llegase cerca del animal, y, allí puesto, me dijo:-Lázaro, llega el oído a este toro y oirás gran ruido dentro de él.Yo simplemente llegué, creyendo ser así. Y como sintió que tenía la cabeza par de la piedra, afirmó recio la mano y diome una gran calabazada en el diablo del toro, que más de tres días me duró el dolor de la cornada, y díjome:-Necio, aprende, que el mozo del ciego un punto ha de saber más que el diablo.Y rió mucho la burla.Parecióme que en aquel instante desperté de la simpleza en que, como niño, dormido estaba. Dije entre mí: «Verdad dice éste, que me cumple avivar el ojo y avisar, pues solo soy, y pensar cómo me sepa valer».


Este viaje a ninguna parte por los caminos de la España del XVI tiene un recorrido que puede ser visitado. Sería interesante que los profesores nos animásemos con nuestros alumnos a seguirle la pista al genial Lázaro de Tormes.

El mapa, aquí:
http://www.todacultura.com/turismo/castillamancha/lazarillo.htm

La historia que vamos a encontrar por el camino, aquí:
http://www.hortensio.com/castillalamancha/lazarillo.html

1 comentario:

Anónimo dijo...

cuándo vas a seguir con tù blog???---

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