"Sé joven y cállate"

viernes, 12 de febrero de 2010

Graffitis con mucha educación

Los adolescentes no son tontos aunque muchos lo discutan y otros tantos no sólo lo piensen sino que además se dirigen a ellos como si de inadaptados funcionales se tratara. Un adolescente puede soportar muchas cosas pero esto, rotundamente, no. No acepta que se le trate con una mirada de desdén. Si nos dirigimos así a ellos cometemos un grave error. De ahí en adelante ya no nos mirarán igual como tampoco mirarán con interés lo que queramos enseñarles. Porque habremos perdido su respeto. Los jóvenes son expertos en todo esto y huelen desde lejos nuestra actitud. Así que para tratarles, mejor hacerlo con respeto y si es desde el trabajo y la inteligencia mucho mejor. Será entonces cuando no pasaremos desapercibidos porque, muy lejos de ser incapaces, los adolescentes son permeables como nadie al aprendizaje. Hay que enseñarles la realidad tal cual es con, claro está, didáctica y creatividad. Darles libros realistas y serios que hablen de sexo, de drogas, sin miedo a que los lean. Recibir una buena educación es necesario hoy más que nunca. ¿Qué tememos cuando queremos ocultarles la realidad? De verdad ¿Qué ganamos y qué ganan ellos?

AL VIH SE LE PUEDE COMBATIR EN CLASE DE LENGUA Y LITERATURA

El VIH, las enfermedades de transmisión sexual junto a los embarazos no deseados están de nuevo experimentando un aumento considerable. Sobre todo ocurre entre las parejas jóvenes y heterosexuales. El VIH, por ejemplo, ya no es propiedad de homosexuales y drogodependientes como lo era, según el mito, en la década de los 90 sino propiedad casi en exclusiva de jóvenes heterosexuales. Lo más terrible es que ocurra por temor nuestro a no saber cómo enseñarles o simplemente no querer, razones miles. El problema, de seguir así nuestra actitud, es que seguirá aumentando. He leído en algún sitio algo patético y es que si esto ocurre es culpa de los jóvenes. Que son unos degenerados según unos; que hay que protegerlos ocultándoles la existencia del sexo y las drogas según otros. Como si no fueran a descubrirlo. Según Umbral lo que hacemos con ellos es querer que vean Mickey Mouse hasta que los enviamos a la guerra. Tiene algo de razón. Como no enseñamos no protegemos. ¿Acaso ocultar es educar? ¿Volver a la cultura del tabú, del garrote y la ignorancia?
Para los jóvenes lo que no decimos no existe.

Aides Graffiti from sophie spreafico on Vimeo.



La culpa de que hable de todo esto la tiene este video. Podría ser interesante enseñárselo a nuestros jóvenes en clase de lengua y literatura y que después tratasen de relatarlo. Traducir el lenguaje del graffiti puede ser curioso y enriquecedor. El valor educativo que tiene mostrar inteligente y creativamente la realidad. Estoy seguro que tras el video habremos ganado su respeto e interés.


(El video lo encontré en http://www.fzayas.com/darlealalengua/)

jueves, 11 de febrero de 2010

Julio Cortázar y el tebeo

LA HISTORIETA


A medio camino entre la artesanía y la producción en masa está el tebeo. Mucha gente se pregunta -¿Es literatura, cine, pintura o todos las artes reunidas?- Nada de esto. Es un género narrativo específico que se desarrolla a través de la palabra y del dibujo. Donde la imagen tiene igual fuerza que la palabra.


El arte del tebeo es arte propio porque ha conseguido alcanzar un código narrativo único. Si en un pasado se alimentara de otras artes como la literatura o la pintura para llegar finalmente a completarse, hoy, estas artes consiguen traspasar sus líneas formales gracias a él. No es extraño observar en la gran pantalla la adaptación de historietas de tebeo usando incluso su propio lenguaje narrativo. Lo que había hecho el tebeo con la novela, lo hacía el cine ahora con el tebeo. Es más, también hoy, son muchos los autores literarios que se declaran adeptos a él y no dudan de apropiarse no sólo de su lenguaje particular sino que, narran sus historias a través del tebeo.


El arte del tebeo es un arte extendido entre la juventud. Aunque los datos no son precisos podemos decir que en España hay un gran número de lectores jóvenes de tebeos. Aunque aún, según he estado averiguando, son menos de los deseados tanto en lectores jóvenes de tebeos como asimismo en lectores de novelas. Aún con todo esto los jóvenes adolescentes son los lectores más frecuentes de la población española en todos los márgenes de edad. Leen con frecuencia novelas y tebeos, aunque no quiere decir que los que lean novelas lean tebeos y también viceversa. No todo va a ser número, porcentaje, estadística y tiradas de millares de ejemplares. En su naturaleza misma, el tebeo esconde un tesoro. La fuerza de la imagen y la necesidad de la acción para narrar una historia proporcionan al lector capacidad de síntesis; la lectura de la historia despierta pensamiento crítico y con él, creatividad.

LA HISTORIETA DE FANTOMAS

Allá por los años 70, Julio Cortázar, escritor argentino, formaba parte del Tribunal Russell II, un grupo internacional de artistas, pensadores, teólogos, científicos y políticos. Este grupo estudiaba los peligros del intervencionismo estadounidense en los países subdesarrollados. En Bruselas, donde se reunía el Tribunal, Julio Cortázar se planteó junto a otros miembros como Gabriel García Márquez si habría algún medio de comunicación lo suficientemente masivo a través del cual se difundiera por toda América Latina la resolución del Tribunal. Ésta era: el peligro que suponía para el desarrollo económico y social de los países latinoamericanos el poder de las grandes multinacionales norteamericanas y las violaciones de los derechos humanos por los dictadores, marionetas impuestas por los Estados Unidos. Si esto era posible ¿Cómo hacerlo? es decir ¿Cómo despertar la conciencia de tantos millones de jóvenes latinoamericanos?



Era el año 1975 y para ello Julio Cortázar pensó en la fuerza que tenía el tebeo. Un año antes, en 1974, el dibujante Alberto Cedrón le había propuesto precisamente la realización entre ambos de una historieta que ilustrase la realidad argentina de 1974 a lo que Julio Cortázar había dicho que sí pero el proyecto un año después no había salido todavía. No importaba puesto que ya tenía clave, al igual que otros intelectuales de la época, había encontrado en el tebeo su arma creativa perfecta para la difusión ideológica. Esa historieta junto al argentino Alberto Cedrón se llamaría La raíz del Ombú, una alegoría a la historia de Argentina que aunque estaba lista en 1981 permaneció inédita hasta hace unos pocos años.

Sin embargo, en 1977, Julio Cortázar sí pudo publicar una historieta. Ésta la llamó Fantomas contra los vampiros multinacionales.

El personaje Fantomas había nacido, como tantas otras cosas fantásticas, en París en 1911 de las manos de Pierre Souvestre y Marcel Allain. Este personaje, al que no se le conoce el rostro, es el villano de la historia, una especie de antihéroe refinado, elegante e intelectual. Este personaje reapareció en México con un lavado de cara: Fantomas se había convertido en héroe.

Julio Cortázar conoció a Fantomas porque alguien cercano le había dado una historieta en la que aparecía el héroe al que unos intelectuales, entre ellos el mismo Julio, pedían ayuda para resolver el misterio sobre la desaparición misteriosa de libros. El escritor de Rayuela aprovechó para, cambiando el argumento, poder divulgar la sentencia del Tribunal Russell II por toda América Latina.




En una entrevista a TVE Julio Cortázar cuenta la historia de Fantomas. Comienza en el minuto 3. Así que no desesperes.








Julio Cortázar, siempre premonitorio y nunca casual, dio de pleno. Cambió la novela por el tebeo y acertó. Muchos latinoamericanos accedieron a conocer la sentencia del Tribunal gracias a la historieta de Fantomas y a las fantásticas ventajas del tebeo.


Después de conocer, quizás un poco más, la historia del tebeo estaría bien hacerle un hueco en el aula o en tu vida. Si quieres aprender a realizar un tebeo o bien quieres saber algo más acerca de sus características puedes pinchar aquí. Detrás del enlace se esconde un recurso didáctico bastante completo.

martes, 9 de febrero de 2010

El video misterioso



Cuando Rafael Zarza le enseñó a Jorge Guillén las filmaciones inéditas de algunos de los miembros de la Generación del 27, entre ellos él, que Juan Guerrero Ruiz, secretario de Juan Ramón Jiménez, había filmado 50 años atrás, exactamente en 1928, se sintió tan emocionado que escribió el poema titulado "Misterioso". Fue su último poema y fue escrito poco antes de morir. Y es que, 50 años después, el poeta veía las únicas imágenes en movimiento de los entonces jóvenes poetas de la Generación del 27. La generación de la amistad, como a Guillén le gustaba llamar, pasando por delante de sus ojos tantos años después.





Misterioso
Para el video misterioso
Vuelve el pasado en movimiento.
Y el instante insignificante
Llega enseguida a conmovernos.
¿Y por qué? Porque significa.
No cruzan su flujo y su tiempo,
Frente a nuestros ojos atónitos,
Sin arrastrarnos a lo inmenso,
Ese impulso que es esencial
Contra mareas, contra vientos,
Y jamás contacto con Nada.
Nada irreal que es siempre un sueño,
Y la gran verdad nos oculta:
El vivir del amigo muerto.
¿Cómo?
Salinas.
Me emociono.
Es él y todo el universo.


(Jorge Guillén)


Ahora, 80 años después, ha llegado nuestro turno. Rafael Zarza y Fernando González de Canales dirigieron un documental en 2009, llamado “El deseo y la realidad: imágenes y palabras de los poetas del 27”, a partir de estas grabaciones inéditas. El año pasado vio la luz pudiéndose ver en Centros Internacionales del Instituto Cervantes. En el documento podemos ver a Luis Cernuda, Federico García Lorca, Rafael Alberti, Pedro Salinas, Dámaso Alonso, Jorge Guillén, Manuel Altolaguirre y Fernando Villalón, entre otros. Además poetas actuales como Luis Alberto de Cuenca o Luis Antonio de Villena también participan poniendo voz a los poetas. Ya está disponible en DVD como se puede ver en la página de la Sociedad estatal de conmemoraciones culturales. En este vídeo podéis ver un avance del documental.






Sería interesante acercar este tipo de documentos a los institutos y que pudieran así saltar nuestros poetas de los libros de texto a las aulas.

Literatura y rock: Deseo de ser Punk


Una historia de una adolescente rebelde contada en primera persona. Martina, una adolescente de dieciséis años busca un sitio con el que identificarse. En este viaje la figura del héroe está representada en Lucas, padre de su mejor amiga, y única persona adulta que tiene un código de vida válido para ella. A la muerte del héroe, Martina siente la necesidad de emprender el camino. En el rock, vinculado a su adquirida necesidad de rebeldía, lo encuentra. En este camino, Martina se equivocará continuamente, pero su voluntad de seguir en pie le ayudará a seguir adelante y a mostrarnos al resto de mortales cómo el universo que hemos inventado también está equivocado.

La lectura de esta novela, escrita por Belén Gopegui, puede ser interesante por muchas cosas. La novela critica valores tan negativos como el consumismo o el amodorramiento social en el que estamos inmersos.
En la novela, Martina planea en su búsqueda vital ejecutar un plan unipersonal de entrar a una emisora local de radio y hacer pinchar una canción de Iggy Pop tras la que leerá sus reivindicaciones de demanda de locales juveniles en los que no haya que consumir ni pagar. Ambientada en el presente, esta novela puede despertar la curiosidad y ayudar para que sea el adolescente quien acabe haciéndose otras preguntas difíciles a las que necesite responder. Despertar en él esa curiosidad puede llevarle a un interés por una búsqueda literaria mayor.

Literatura y rock son una combinación perfecta dando como fruto maravillosas novelas en los últimos años. Esta novela, laureada por la crítica, es ejemplo de ello. El rock puede ser un cruce de caminos entre rebeldía, nobles valores y literatura. Además, el rock lo inventaron los jóvenes.


lunes, 8 de febrero de 2010

El “outsider” de la literatura española


El niño más celebre de la literatura española es el pícaro Lazarillo y resulta de serlo por derecho propio. Un auténtico “outsider”, es decir, el que vive más allá de las normas sociales, joven marginal y niño de mundo; un muchacho al margen de la ley que correteó ficticiamente en la España del siglo XVI.

El Lazarillo de Tormes es una novela ficticia donde se recrea la vida autobiográfica del Lázaro de Tormes. Lázaro, nacido en un pequeño pueblo salmantino, cuenta él mismo la vida que lleva de vagabundo miserable al lado de varios amos junto a los que malvive. La narración se detiene en el punto en el que el niño ya convertido en un hombre se casa del mismo modo que vivió: deshonestamente.

Nuestro personaje es un auténtico antihéroe ya que pertenece a la clase baja y es una mezcla entre criado que tiene que robar para calmar su hambre y la de sus amos.
De la novela no conocemos el autor real ya que es una denuncia al sistema de la época e imaginamos que su publicación no sentara muy bien a los representantes de la sociedad. A pesar de estar contada la historia con gran sentido del humor, refleja el amargo estado social de la época, donde malviven a placer miserables en busca de algo que echarse a la boca.


A pesar de lo escrito arriba, el lector se compadece de este vulgar personaje, ladrón y embustero, desde el primer momento ya que el autor nos conmueve a ello con el uso de calificativos como el de “pobre” y “esclavo”. Al lector del siglo XVI le embarga un sentimiento de emoción con el lazarillo y por añadidura con los pobres que pululan las calles españolas del siglo XVI. El hambre justifica sus acciones. El autor del Lázaro persigue configurar a un lector irónico que conecte con la trastienda metalingüística de la que está siendo cómplice.

Todo gira en torno a la supervivencia. Todo lo demás es secundario. La trama se dispone adversamente para que nuestro personaje luche por sobrevivir. No hay disquisición moral porque el personaje no tiene referente moral de quien aprender. A él sólo le han enseñado el robo y la mentira. Éste es realmente un viaje a ninguna parte porque el personaje no aprende nada a pesar de la calamidad que sufre y padece.

Ni que decir tiene que fue la primera novela en su género, la picaresca.

Fragmento del Lazarillo:

En este tiempo vino a posar al mesón un ciego, el cual, pareciéndole que yo sería para adestralle, me pidió a mi madre, y ella me encomendó a él, diciéndole cómo era hijo de un buen hombre, el cual, por ensalzar la fe, había muerto en la de los Gelves, y que ella confiaba en Dios no saldría peor hombre que mi padre, y que le rogaba me tratase bien y mirase por mí, pues era huérfano. Él respondió que así lo haría y que me recibía, no por mozo, sino por hijo. Y así le comencé a servir y adestrar a mi nuevo y viejo amo.Como estuvimos en Salamanca algunos días, pareciéndole a mi amo que no era la ganancia a su contento, determinó irse de allí; y cuando nos hubimos de partir, yo fui a ver a mi madre, y, ambos llorando, me dio su bendición y dijo:-Hijo, ya sé que no te veré más. Procura de ser bueno, y Dios te guíe. Criado te he y con buen amo te he puesto; válete por ti.Y así me fui para mi amo, que esperándome estaba.Salimos de Salamanca, y, llegando a la puente, está a la entrada de ella un animal de piedra, que casi tiene forma de toro, y el ciego mandóme que llegase cerca del animal, y, allí puesto, me dijo:-Lázaro, llega el oído a este toro y oirás gran ruido dentro de él.Yo simplemente llegué, creyendo ser así. Y como sintió que tenía la cabeza par de la piedra, afirmó recio la mano y diome una gran calabazada en el diablo del toro, que más de tres días me duró el dolor de la cornada, y díjome:-Necio, aprende, que el mozo del ciego un punto ha de saber más que el diablo.Y rió mucho la burla.Parecióme que en aquel instante desperté de la simpleza en que, como niño, dormido estaba. Dije entre mí: «Verdad dice éste, que me cumple avivar el ojo y avisar, pues solo soy, y pensar cómo me sepa valer».


Este viaje a ninguna parte por los caminos de la España del XVI tiene un recorrido que puede ser visitado. Sería interesante que los profesores nos animásemos con nuestros alumnos a seguirle la pista al genial Lázaro de Tormes.

El mapa, aquí:
http://www.todacultura.com/turismo/castillamancha/lazarillo.htm

La historia que vamos a encontrar por el camino, aquí:
http://www.hortensio.com/castillalamancha/lazarillo.html

Lorca en las aulas


Debería pedírseles a los que enseñan lengua y literatura, acabar con los mitos que rondan la galería de nuestra literatura patria. Claro, para eso hay que conocer bien la literatura y a los jóvenes. Porque cuando se conoce bien se enseña adecuadamente.
Hoy Lorca no interesa a los jóvenes porque se muestra a un poeta cursi, pomposo y demasiado infantil, que no conecta con nuestros jóvenes.
Para empezar con buen pie se debe desenterrar al poeta de una historia mal contada y sacudirle los mitos de encima.
Tanto daño ha hecho el que ha contado anécdotas biográficas que nos sirven en plato frío a un poeta feliz y banal, como la concepción frívola, quizá producto de lo anterior, de su literatura, una literatura limitada a la gracia, al juego de juntar versos de colores y al folclore.



En la visión del poeta adolescente de la Residencia pudiera estar la clave para entender lo que se hecho con el poeta y empezar a vislumbrar el alcance real de su poesía. De los primeros años literarios del poeta en Madrid cuentan algunos, lamentablemente, la historia de un poeta feliz, seguro, sociable y triunfador. Visión sencilla y tópica de un Lorca al alcance de la mano. El Lorca de una pieza, fácil y sencillo para que quepa en los libros de secundaria.

Pero discurramos, ¿cómo puede ser feliz un poeta que vive el conflicto interior (sexual y caótico) del que es preso el adolescente que hay en él?
El propio poeta nos echa una mano porque contradice en su Libro de poemas de 1921 a los que lo describen así. En su libro, que recoge algunos poemas de su adolescencia a caballo entre Granada y Madrid, nos encontramos a un poeta, todavía adolescente, inadaptado, inseguro y triste. Una incipiente hondura de lo trágico acompañada de una rebeldía, esto último, por otra parte, propio y típico de la juventud literaria española de 1920. Esto es interesante para la comprensión de su obra posterior porque el poeta madurará la visión trágica; de lo juvenil, permanecerá en él, lo inadaptado.



Muchos han hablado de un libro, el Libro de poemas de 1921, como uno para niños. Convirtiendo injustamente al poeta en un poeta ocioso y feliz que escribe sólo para alevines literarios. Mito que se extiende alcanzando a toda su obra para quienes no la conocen y que impide por desinterés a otros acercarse a ella. Leamos con detenimiento sabiendo que nos llevará trabajo y tiempo comprender al poeta de Romancero gitano. Pero aún será preferible a una lectura simplista que acabará con la defunción literaria por desinterés. Mito que hay que desenterrar de la literatura desde su cuartel, el aula.





En “Alba” fechado en Granada en abril de 1915 el poeta enseña ya su tristeza y la dualidad oscuridad/claridad en términos éticos que desarrollará posteriormente en un poeta técnicamente más maduro.

"ALBA"

Mi corazón oprimidosiente junto a la alborada
el dolor de sus amores
y el sueño de las distancias.
La luz de la aurora lleva
semillero de nostalgias
y la tristeza sin ojos
de la médula del alma.
La gran tumba de la noche
su negro velo levanta
para ocultar con el día
la inmensa cumbre estrellada.
¡Qué haré yo sobre estos campos
cogiendo nidos y ramas,rodeado de la aurora
y llena de noche el alma!¡Qué haré si tienes tus ojos
muertos a las luces claras
y no ha de sentir mi carne
el calor de tus miradas!
¿Por qué te perdí por siempre
en aquella tarde clara?
Hoy mi pecho está reseco
como una estrella apagada.

(Federico García Lorca, De Primeros poemas)

viernes, 5 de febrero de 2010

Tras la huida de Miguel Hernández

"Pronto llegará el día en que partiré. En mi Arcadia,
donde continuamente tan musical irradia
la voz de mi siringa sobre la voz del viento,
se oirá como un suspiro que acabará en lamento"

("Voz de Siringa" de Poemas Sueltos I, Miguel Hernández)


Es para muchos adolescentes la huida una necesidad. Escaparse de casa y del yugo familiar una experiencia ora valiente, ora inmadura. Más allá de juzgar no podemos negar la autenticidad del sentimiento que empuja al joven adolescente a huir. Quizá los motivos sean maduros o inmaduros pero no estoy dispuesto a que esta diferencia le reste fuerza y sinceridad al hecho.

La huida literaria es una huida que se hace solo o acompañado. La huida de los amantes, la huida de dos, es un tema recurrente en la literatura juvenil. Salvar al amor de los demás. Escaparnos de quienes nos prohíben estar juntos. Esta huida es producto de la locura y la pasión. En cambio es la huida individual un viaje distinto. Es en este viaje, la necesidad de liberar el yo oprimido del adolescente que persigue un sueño o le arrastra una voluntad fortísima. Por regla general la literatura, razones moralistas o no, ha maltratado a estos adolescentes. Un viaje calamitoso, la mayoría de las veces, pero necesario en literatura para poner a prueba al individuo. Este viaje suele ser punto y final de la adolescencia.

Aprovechando que este año se celebra el centenario del nacimiento de Miguel Hernández y que su pueblo, Orihuela, organiza una serie de actos en torno al poeta para recordarlo me he propuesto hablar de él y sumarme al homenaje hablando de su primer viaje a Madrid siendo todavía adolescente.

Recuerda el hermano del poeta, Vicente Hernández, que su padre recriminaba a Miguel severamente cuando descubría al poeta leyendo. Lo consideraba una pérdida de tiempo. Debía, entonces, leer a oscuras y a escondidas para que su padre, hombre severo y de campo, no le descubriese. Quizá fuera la negativa y represión del padre para que dejara de soñar con ser “hombre de letras” lo que pudo liberar la voluntad de ser un poeta. Fue entonces cuando preparó un cuaderno con algunos poemas y decide preparar la huida a Madrid.
Miguel pensaba, allá por 1930, aprovecharse del servicio militar para escaparse del yugo patriarcal. Sin embargo se libra por excedente de grupo. Esto le complica sus planes de huida ya que no tiene medios económicos para emprenderla por sí solo. Aunque gracias a sus amigos, entre ellos Ramón Sijé (famoso por la elegía), consigue reunir el dinero necesario y temprano en la mañana de l 30 de noviembre de 1930 sale nuestro poeta en solitario tras un sueño. Este viaje a Madrid será poco más que un calvario. Durará unos cinco meses hasta que vuelva a Orihuela. Aunque cuando vuelva ya no será el mismo adolescente que partió: el viaje lo ha hecho un hombre.

No se equivocaba Miguel. Esta huida del pueblo oriolano que este año lo homenajea fue necesaria para convertirse en el poeta universal que es. De haberse quedado en su Orihuela natal no hubiese pasado de poeta local.

Los actos conmemorativos del centenario previstos en Orihuela para este año los podemos seguir desde la página www.pasionporelpoeta.es

Para quien quiera saber un poco más sobre la vida de Miguel Hernández en Orihuela puede ver el siguiente documental:


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